sábado, 19 de marzo de 2016

Reseña II: "Los grandes economistas" de Phil Thorton


En Los grandeseconomistas, Phil Thornton hace un recorrido por la vida y obra de los 10 economistas que considera los más relevantes de la historia: Adam Smith, David Ricardo, Karl Marx, Alfred Marshall, J. M. Keynes, F. A. Hayek, Milton Friedman, Paul Samuelson, Gary Becker y Daniel Kahneman. El ejercicio no profundiza demasiado, pero hace presentaciones breves y estructuradas. En este sentido, se trata de un texto de divulgación que puede funcionar muy bien para interesar e informar a lectores que no tienen una formación económica, pero que podría dejar decepcionados a algunos economistas o especialista en pensamiento económico.

Una manera más o menos obvia de reseñar Los grandes economistas es cuestionar la selección del autor. Por ejemplo, se podría criticar que se dejaron de lados a economistas con contribuciones importantes o que hay un marcado sesgo geográfico en la selección, para finalizar con una propuesta de lista alterna. Pero creo que para Thorton elegir únicamente a 10 economistas (seguramente por una restricción editorial) debió ser difícil y hasta insatisfactorio.

Pero la forma de reseñar que he elegido, que me lleva a alejarse del concepto tradicional de reseña, es tomar como base dos aspectos del pensamiento económico contemporáneo que están representados por Adam Smith y Alfred Marshall. Por un lado, Adam Smith es considerado el padre de la Economía y formuló una proposición: el intercambio es una actividad mutuamente beneficiosa para las partes. De ella se origina la posición de un número importante de economistas contemporáneos de favorecer el comercio o la división del trabajo. Por otro lado, Alfred Marshall fue la figura clave en la síntesis que dio lugar a la forma hegemónica de hacer Economía, basada en utilizar herramientas matemáticas para llegar a conclusiones: la (micro)economía neoclásica. Así, la gran contribución de Marshall fue dotar a los economistas de las bases para tener un marco teórico coherente.

Con lo anterior no quiero decir que: a) todos los economistas favorecen el intercambio y/o se identifican como neoclásicos, b) todos los que favorecen el intercambio son neoclásicos, o c) todos los neoclásicos favorecen el intercambio; sino que estos dos aspectos de la Economía son relevantes y han moldeado el pensamiento económico contemporáneo.

De esta manera, de acuerdo a esta propuesta clasificaría a los economistas de Thornton de la siguiente manera:

Economista
El intercambio es beneficioso para las partes
Modelos matemáticos (neoclásicos)
Adam Smith
No aplica
David Ricardo
No aplica
Karl Marx
No
No aplica
Alfred Marshall
J. M. Keynes
Parcialmente sí
Parcialmente sí
F. A. Hayek
No
Milton Friedman
Paul Samuelson
Parcialmente sí
Gary Becker
Daniel Kahneman
Parcialmente sí
No

En primer lugar, Smith, Ricardo y Marx fueron previos a Marshall, por lo que no conocieron la economía neoclásica y, por supuesto, no fueron capaces de elegir utilizarla o no. En cuanto a los economistas posteriores a Marshall, Friedman, Becker y -en menor medida- Samuelson se ajustan a la fórmula Smith/Marshall. En cuanto a los otros elegidos, que a mi juicio no están tan cercanos, es interesante hacer algunos comentarios.

En cuanto a Keynes, el economista más influyente del siglo pasado, lo que me lleva a considerar que se alejaba parcialmente de la proposición de Smith son sus vaivenes entre libre comercio y proteccionismo, además de una consideración particular de que intercambiar no siempre era beneficioso, pues en ciertas circunstancias podría ser mejor destinar los recursos a ahorrar en lugar de consumir. Por otro lado, los modelos matemáticos que llegó a usar estaban enfocados a los agregados económicos, por lo que  no tuvieron un diseño neoclásico. Serían economistas posteriores los que darían lugar a la síntesis neoclásica/neokeynesiana, que es (parte de) la corriente principal en la Economía contemporánea.

Hayek se consideró un continuador de la tradición clásica de Smith y fue profundamente escéptico del uso de modelos matemáticos, pues consideraba que eran herramientas limitadas para entender toda la complejidad de los fenómenos económicos. Mayoritariamente, a Hayek se le considera un exponente crucial de la escuela austriaca de Economía, que tiene profundas diferencias metodológicas -y también de conclusiones- con la microeconomía neoclásica. Ello no implica que no tenga influencia en algunos economistas actuales, pero creo que domina la divergencia en el método.

Kahneman como figura de la Economía del comportamiento (behavioral economics), al no considerar al ser humano perfectamente racional, renuncia a modelar agentes económicos maximizadores y, por ende, cuestiona el núcleo de la microeconomía neoclásica. Además, en mi opinión el énfasis en la existencia de sesgos cognitivos que afectan la toma de decisiones, facilita la conclusión de que el intercambio lleva a resultados que no son beneficiosos para las partes, lo que implica un alejamiento parcial con la proposición de Smith.

En conclusión, la selección de Thornom es poco controvertible si se considera que mantiene continuidad con los dos aspectos que se propusieron sobre el pensamiento económico contemporáneo. Para finalizar, las implicaciones de la influencia de Kahneman -el único exponente vivo elegido por Thorton- me parecen sumamente interesantes. ¿Su visión crítica, en caso de ser cada vez más influyente, derivará en abandonar la microeconomía neoclásica? Me parece que la Economía del comportamiento no es tanto una amenaza de sustitución como una posibilidad de integración. Finalmente, ello, como lo mencioné en un post pasado sobre Douglass North, no es la primera vez que ocurriría.

martes, 8 de marzo de 2016

Mujeres economistas y su influencia I

La Economía, como otras disciplinas de las ciencias sociales y naturales, es ampliamente dominada por hombres. En lo personal se refleja en que la mayoría de economistas de los que he recibido influencia son varones. Sin embargo, a lo largo de mi formación y de mi práctica me he encontrado con el trabajo de mujeres economistas. A continuación una lista de algunas de ellas.


1. Beatrice Webb (1953-1948)

En realidad, no tuve mucho conocimiento de Webb hasta que leí el libro La gran búsqueda de Sylvia Nasar (aquí mi reseña). No recuerdo referencias de ella en mis cursos de pensamiento económico. Siendo sincero, no creo que tenga una importante influencia entre los economistas actuales, más allá que una elección hecha por Nasar para su libro. Pero lo anterior no quiere decir no haya tenido relevancia en su época o que algunas sobre sus aportaciones puedan ser genuinamente recuperadas por los economistas.

Si bien realizó algunos estudios empíricos sobre pobreza y condiciones laborales, sus mayores esfuerzos los empleó en influir en el debate político de su época. Mujer de preferencias socialistas, propuso importantes reformas relacionadas con la implementación del estado de bienestar en Reino Unido (su documento más famoso es el Minority Report). Además, como integrante de la Sociedad Fabiana se vio involucrada en la fundación de la London School of Economics, institución clave en la formación de economistas en su país.


2. Rosa Luxemburg (1870-1919)

Como una pensadora marxista, recibí varias referencias de Luxemburgo cuando fui estudiante de licenciatura. Aunque tuve algunos acercamientos a esa línea de pensamiento (¿quién no lo ha tenido?), debo admitir que en la actualidad no tengo mayor influencia de ella u otros economistas marxistas.

Pero ese es mi caso. Sin duda, tanto su pensamiento como su activismo ha influido a otras personas. Y no cabe duda que Rosa Luxemburgo estuvo dispuesta a poner aspectos de su obra intelectual en práctica, hasta su trágica muerte.

Sobre su obra, una diferencia que recuerdo de Luxemburgo con otros teóricos marxistas es que consideraba que el capitalismo necesitaba de otros sistemas económicos para sobrevivir, por ejemplo, del colonialismo. Así, a pesar de que pensaba de que el capitalismo tenía dentro de sí la semilla de su propia destrucción, podría arreglárselas para sobrevivir ya que mediante el imperialismo podría apoderarse de economías no capitalistas o primitivas.


3. Joan Robinson (1903-1983)

Creo que la primera economista que fue una especie de superestrella de la profesión fue Joan Robinson. La atención que recibió su trabajo y su actitud polemista contribuyeron para ello. Probablemente no estoy exagerando al decir que todavía hoy en día sigue siendo la mujer economista más famosa de la historia.

No soy un experto en Joan Robinson, pero dividiría su trabajo en dos vertientes. La primera, microeconómica, se trató de desarrollar una teoría de la competencia imperfecta. La segunda, digamos que macroeconómica, versó sobre teoría de crecimiento económico y acumulación de capital.

En Teoría de la competencia imperfecta (1933), Robinson, utilizando el análisis neoclásico de la época, se propuso atacar la predilección por el modelo de competencia perfecta señalando que era mucho más común encontrar en la realidad situaciones de monopolio. A mi entender (espero que alguien me lo pueda aclarar), a ella le debemos la representación básica del modelo de monopolio presente en los libros de texto de microeconomía, con contribuciones como las formalización de la condición de optimización de ingresos marginales iguales a costos marginales y en comparar esquemáticamente los resultados de competencia perfecta y monopolio. En este sentido, sus contribuciones son duraderas.

Sin embargo, la autora más adelante indicaría que sus aportaciones iniciales fueron "erradas", pues se trataba de análisis estático. Lo que interpreto es que se refería a que el análisis neoclásico era estático y que perspectivas dinámicas, más cercanas al marxismo, eran más promisorias.


4. Elionor Ostrom (1933-2012)

Conocí el trabajo de Elinor Ostrom cuando había concluido la maestría y me involucré en algunos temas de Economía Ambiental. Me acerque a su trabajo mediante El gobierno de los bienes comunes. La evolución de las instituciones de acción colectiva. Recuerdo que conforme avanzaba en la lectura pasaba de una actitud de "ésto lo han dicho mejor y probado formalmente teóricos de juegos" a considerar que había en el fondo algo original.

Como escribí en un post anterior, un mensaje importante de su obra es que pueden haber otras formas de organización más allá de lo que los economistas consideramos que es el "mercado" o el "Estado". De su trabajo interpreto dos preocupaciones: a) el "mercado" puede comprender formas de organización o de realizar transacciones que normalmente no pensamos como propias de él, pero que sí lo son; y b) los mecanismos centralizados en ocasiones impiden pensar en formas posibles de organización.

Ostrom, la única mujer ganadora del Premio Nobel de Economía, fue polítóloga. Al parecer fue disuadida de estudiar un doctorado en Economía.


5. Marilda O. Sotomayor (1944) y Gabrielle Demange (?)

Hace algunos años, al final de la maestría, me tomé muy en serio estudiar sobre los mercados de emparejamiento o asignación bilateral (two-sided matching markets). Leí con la mayor disciplina de la que era capaz el libro Two-Sided Matching: A Study in Game Theoretic Modeling and Analysis (Alvin Roth y Sotomayor, 1990), así como los papers MS Machiavelli and the Stable Matching Problem (David Gale y Sotomayor, 1985), Some Remarks on the Stable Matching Problem (Gale y Sotomayor, 1985), The Strategy Structure of Two Sided Matching Markets (Demange y Gale, 1985), A Further Note on the Stable Matching Problem (Demange, Gale y Sotomayor, 1987), The College Admission Problem Revisited (Roth y Sotomayor, 1989), entre otros.

En retrospectiva, y amén de hacer una reflexión más profunda algún día, ¿qué aprendí de los mercados de emparejamiento bilateral?

Primero, implicó para mí una nueva forma de ver los mercados, En particular, me ayudó a comprender la variedad de maneras en que funcionan los distintos mercados, así como las reglas o incentivos que hacen que algunos trabajen y otros no. Al aproximarme al estudio de los mercados como si fueran mecanismos (en sentido casi literal) fui consciente de que todos son diferentes. Corolario: refiné mi conclusión de que la planificación central funciona bajo supuestos muy fuertes y que los mercados requieren reglas para hacer bien su trabajo.

Segundo, empecé a ver mercados donde antes no percibía que había o podía haber. Ejemplos de ellos son las asignación de estudiantes a escuelas y universidades, o de médicos residentes a hospitales o, incluso, el tabú de un mercado de trasplantes de órganos. Corolario: entendí que hay razones institucionales o de preferencias (repugnancia) que hacen que no se formen mercados como los conocemos tradicionalmente, pero que ello no impide que su lógica pueda funcionar de alguna manera.

Tercero, una consecuencia del estudio de esta rama es que necesariamente adquieres una visión práctica de la profesión del economistas. Se trata de esta idea, no sé si arrogante, de que el economista puede ir casi, casi con una caja de herramientas a tratar de solucionar un problema mediante el diseño de un mercado. Corolario: viví en carne propia que no siempre nos hacen caso... y no está mal. Finalmente hay otras lógicas y formas de ver los problemas.

Sotomayor es matemática de formación y creo que Demange tiene el doctorado en Economía.

***
Continuará

jueves, 3 de marzo de 2016

Cita XVII: Massimo Motta sobre la mejor política industrial

En su libro Competition Policy: Theory and Practice, Massimo Motta escribe sobre la mejor política industrial:
My view is that competition policy is the best posible industrial policy: it is unlikely that firms in a particular industry are able to grow healthy if sheltered from competition, subsidised, or exempted from anti-cartel laws.
Motta es especialmente escéptico de aplicar con laxitud la política de competencia a los national champions o que ésta sea usada para alcanzar objetivos proteccionistas mediante leyes anti-dumping.

Una frase conocida –diría que en los 90– y crítica de la política industrial la recuerdo de algunos economistas o funcionarios: “la mejor política industrial es la que no existe”. Esta frase, gracias a la influencia de economistas de Estados Unidos, no se limitó a México, sino que se extendió a otros países de América Latina. Así que hay un abanico amplio para elegir al economista "neoliberal” de preferencia.

Por otro lado, de mis tiempos de licenciatura en Yucatán recuerdo que era muy popular la noción de política industrial (hubo un congreso de estudiantes de Economía denominado “México: hacia una política industrial de Estado”) con variantes regionales o estatales. De esa época diría que algunos compañeros fueron muy influenciados por Ha-Joon Chang. Ahora, no sé si sea reconocido en Yucatán, el principal exponente de la “nueva política industrial” es Dani Rodrik.