En Los grandeseconomistas, Phil Thornton hace un recorrido por la vida y obra de los 10 economistas que considera los más relevantes de la historia: Adam Smith, David Ricardo, Karl Marx, Alfred Marshall, J. M. Keynes, F. A. Hayek, Milton Friedman, Paul Samuelson, Gary Becker y Daniel Kahneman. El ejercicio no profundiza demasiado, pero hace presentaciones breves y estructuradas. En este sentido, se trata de un texto de divulgación que puede funcionar muy bien para interesar e informar a lectores que no tienen una formación económica, pero que podría dejar decepcionados a algunos economistas o especialista en pensamiento económico.
Una manera más o menos obvia de reseñar Los grandes economistas es cuestionar la
selección del autor. Por ejemplo, se podría criticar que se dejaron de
lados a economistas con contribuciones importantes o que
hay un marcado sesgo geográfico en la selección, para finalizar con una propuesta de lista alterna. Pero creo que para
Thorton elegir únicamente a 10 economistas (seguramente por una restricción
editorial) debió ser difícil y hasta insatisfactorio.
Pero la forma de reseñar que he elegido, que me lleva a alejarse del concepto tradicional de reseña, es tomar como base dos aspectos del pensamiento económico contemporáneo que están representados por Adam Smith y Alfred Marshall. Por un lado, Adam Smith es considerado el padre de la Economía y formuló una proposición: el intercambio es una actividad mutuamente beneficiosa para las partes. De ella se origina la posición de un número importante de economistas contemporáneos de favorecer el comercio o la división del trabajo. Por otro lado, Alfred Marshall fue la figura clave en la síntesis que dio lugar a la forma hegemónica de hacer Economía, basada en utilizar herramientas matemáticas para llegar a conclusiones: la (micro)economía neoclásica. Así, la gran contribución de Marshall fue dotar a los economistas de las bases para tener un marco teórico coherente.
Pero la forma de reseñar que he elegido, que me lleva a alejarse del concepto tradicional de reseña, es tomar como base dos aspectos del pensamiento económico contemporáneo que están representados por Adam Smith y Alfred Marshall. Por un lado, Adam Smith es considerado el padre de la Economía y formuló una proposición: el intercambio es una actividad mutuamente beneficiosa para las partes. De ella se origina la posición de un número importante de economistas contemporáneos de favorecer el comercio o la división del trabajo. Por otro lado, Alfred Marshall fue la figura clave en la síntesis que dio lugar a la forma hegemónica de hacer Economía, basada en utilizar herramientas matemáticas para llegar a conclusiones: la (micro)economía neoclásica. Así, la gran contribución de Marshall fue dotar a los economistas de las bases para tener un marco teórico coherente.
Con lo anterior no quiero decir que: a) todos los economistas favorecen el intercambio y/o se identifican como neoclásicos, b) todos los que favorecen el intercambio son neoclásicos, o c) todos los neoclásicos favorecen el intercambio; sino que estos dos aspectos de la Economía son relevantes y han moldeado el pensamiento económico contemporáneo.
De esta manera, de acuerdo a esta propuesta clasificaría a los economistas de Thornton de la siguiente manera:
Economista
|
El intercambio es beneficioso para las partes
|
Modelos matemáticos (neoclásicos)
|
Adam Smith
|
Sí
|
No aplica
|
David Ricardo
|
Sí
|
No aplica
|
Karl Marx
|
No
|
No aplica
|
Alfred Marshall
|
Sí
|
Sí
|
J. M. Keynes
|
Parcialmente sí
|
Parcialmente sí
|
F. A. Hayek
|
Sí
|
No
|
Milton Friedman
|
Sí
|
Sí
|
Paul Samuelson
|
Parcialmente sí
|
Sí
|
Gary Becker
|
Sí
|
Sí
|
Daniel Kahneman
|
Parcialmente sí
|
No
|
En primer lugar, Smith, Ricardo y Marx fueron previos a Marshall, por lo que no conocieron la economía neoclásica y, por supuesto, no fueron capaces de elegir utilizarla o no. En cuanto a los economistas posteriores a Marshall, Friedman, Becker y -en menor medida- Samuelson se ajustan a la fórmula Smith/Marshall. En cuanto a los otros elegidos, que a mi juicio no están tan cercanos, es interesante hacer algunos comentarios.
En cuanto a Keynes, el economista más influyente del siglo pasado, lo que me lleva a considerar que se alejaba parcialmente de la proposición de Smith son sus vaivenes entre libre comercio y proteccionismo, además de una consideración particular de que intercambiar no siempre era beneficioso, pues en ciertas circunstancias podría ser mejor destinar los recursos a ahorrar en lugar de consumir. Por otro lado, los modelos matemáticos que llegó a usar estaban enfocados a los agregados económicos, por lo que no tuvieron un diseño neoclásico. Serían economistas posteriores los que darían lugar a la síntesis neoclásica/neokeynesiana, que es (parte de) la corriente principal en la Economía contemporánea.
Hayek se consideró un continuador de la tradición clásica de Smith y fue profundamente escéptico del uso de modelos matemáticos, pues consideraba que eran herramientas limitadas para entender toda la complejidad de los fenómenos económicos. Mayoritariamente, a Hayek se le considera un exponente crucial de la escuela austriaca de Economía, que tiene profundas diferencias metodológicas -y también de conclusiones- con la microeconomía neoclásica. Ello no implica que no tenga influencia en algunos economistas actuales, pero creo que domina la divergencia en el método.
Kahneman como figura de la Economía del comportamiento (behavioral economics), al no considerar al ser humano perfectamente racional, renuncia a modelar agentes económicos maximizadores y, por ende, cuestiona el núcleo de la microeconomía neoclásica. Además, en mi opinión el énfasis en la existencia de sesgos cognitivos que afectan la toma de decisiones, facilita la conclusión de que el intercambio lleva a resultados que no son beneficiosos para las partes, lo que implica un alejamiento parcial con la proposición de Smith.
En conclusión, la selección de Thornom es poco controvertible si se considera que mantiene continuidad con los dos aspectos que se propusieron sobre el pensamiento económico contemporáneo. Para finalizar, las implicaciones de la influencia de Kahneman -el único exponente vivo elegido por Thorton- me parecen sumamente interesantes. ¿Su visión crítica, en caso de ser cada vez más influyente, derivará en abandonar la microeconomía neoclásica? Me parece que la Economía del comportamiento no es tanto una amenaza de sustitución como una posibilidad de integración. Finalmente, ello, como lo mencioné en un post pasado sobre Douglass North, no es la primera vez que ocurriría.
En cuanto a Keynes, el economista más influyente del siglo pasado, lo que me lleva a considerar que se alejaba parcialmente de la proposición de Smith son sus vaivenes entre libre comercio y proteccionismo, además de una consideración particular de que intercambiar no siempre era beneficioso, pues en ciertas circunstancias podría ser mejor destinar los recursos a ahorrar en lugar de consumir. Por otro lado, los modelos matemáticos que llegó a usar estaban enfocados a los agregados económicos, por lo que no tuvieron un diseño neoclásico. Serían economistas posteriores los que darían lugar a la síntesis neoclásica/neokeynesiana, que es (parte de) la corriente principal en la Economía contemporánea.
Hayek se consideró un continuador de la tradición clásica de Smith y fue profundamente escéptico del uso de modelos matemáticos, pues consideraba que eran herramientas limitadas para entender toda la complejidad de los fenómenos económicos. Mayoritariamente, a Hayek se le considera un exponente crucial de la escuela austriaca de Economía, que tiene profundas diferencias metodológicas -y también de conclusiones- con la microeconomía neoclásica. Ello no implica que no tenga influencia en algunos economistas actuales, pero creo que domina la divergencia en el método.
Kahneman como figura de la Economía del comportamiento (behavioral economics), al no considerar al ser humano perfectamente racional, renuncia a modelar agentes económicos maximizadores y, por ende, cuestiona el núcleo de la microeconomía neoclásica. Además, en mi opinión el énfasis en la existencia de sesgos cognitivos que afectan la toma de decisiones, facilita la conclusión de que el intercambio lleva a resultados que no son beneficiosos para las partes, lo que implica un alejamiento parcial con la proposición de Smith.
En conclusión, la selección de Thornom es poco controvertible si se considera que mantiene continuidad con los dos aspectos que se propusieron sobre el pensamiento económico contemporáneo. Para finalizar, las implicaciones de la influencia de Kahneman -el único exponente vivo elegido por Thorton- me parecen sumamente interesantes. ¿Su visión crítica, en caso de ser cada vez más influyente, derivará en abandonar la microeconomía neoclásica? Me parece que la Economía del comportamiento no es tanto una amenaza de sustitución como una posibilidad de integración. Finalmente, ello, como lo mencioné en un post pasado sobre Douglass North, no es la primera vez que ocurriría.
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