jueves, 16 de diciembre de 2021

Sobre el pluralismo en la Economía y otras ciencias sociales

En el (ya viejo) post “¿Y las escuelas de pensamiento económico?” (aquí) mostré que economistas de Italia y Portugal evitaban adherirse a alguna escuela de pensamiento. En ese entonces, conjeturé que la mayoría de la profesión considera que se limita a aplicar el método económico, por lo que sus integrantes no se reconocen parte de una escuela de pensamiento particular, como la denominada “economía neoclásica”. Escribí: “Así, las escuelas de pensamiento tienden a verse más como historia que como una característica actual de la profesión”.

No obstante, otros grupos dentro la disciplina también se quejan de que la hegemonía de la escuela neoclásica, de alguna manera, ha impedido el avance científico. En una carta abierta (aquí) publicada en 2014, la International Student Initiative for Pluralist Economics (ISIPE) señaló que la enseñanza de la economía se encontraba en crisis y abogó por un mayor pluralismo de las teorías y métodos que son enseñados a los estudiantes a fin de entender las implicaciones de las decisiones económicas. Esto debería llevar, por ejemplo, a reformar planes de estudios para que los estudiantes conozcan contribuciones de autores de las escuelas marxista, estructuralista, austriaca, entre otras.

Asumiendo que el diagnóstico de falta de pluralismo sea correcto, la queja de la ISIPE de una disciplina económica en crisis o en “empobrecimiento progresivo” me remite a un pasado mejor: antes, la ciencia económica avanzó gracias a que tuvo un mayor pluralismo científico; en cambio, su estancamiento actual se debe a que ha sido monopolizada por la escuela neoclásica. Suena razonable ya que es difícil oponerse en abstracto a tener una disciplina más diversa, pero vale la pena conocer los argumentos de académicos que han discutido el pluralismo en otras ciencias sociales.

En Paradigmas en ciencia política (1998), Mario Héctor Resnik utiliza el concepto de paradigma científico de Thomas Kuhn para probar su hipótesis inicial de que no existe un paradigma (compartido) de ciencia política. Resnik encontró, en realidad, que la ciencia política adolece de una pluralidad de paradigmas (o escuelas), hasta el punto de que difícilmente puede afirmarse que existe una disciplina unificada. Así, para Resnik, “en el campo específico de la ciencia política el modo de presentación del material por parte de los autores suscita la presunción de que casi podría hablarse de un paradigma por autor…” (p. 47). La consecuencia negativa de “la ausencia de un paradigma dominante (o de la multiplicidad de paradigmas, según se prefiera)” es que la ciencia política ha avanzado muy poco en lograr un lenguaje común o en crear un criterio para discriminar entre enunciados científicos y pseudocientíficos. Para Resnick, esta situación es parecida a lo que ocurre en otras ciencias sociales, con una excepción (p. 49):

La ciencia económica ha alcanzado un alto grado de desarrollo. Pero ese elevado nivel fue obtenido al cabo de un largo proceso en el que jugó un papel decisivo el esclarecimiento y la definición de conceptos básicos. Con el añadido de que el desarrollo de la ciencia económica también contó con que la mayoría significativa de sus cultores compartió esas formulaciones conceptuales.

Finalmente, Resnick propone superar las diferencias de enfoque en la ciencia política recurriendo a una metodología específica definida por la Teoría General de Sistemas.

En la disciplina de la administración pública también se han observado diferencias de enfoques que podrían superarse mediante la adopción de una metodología común. Omar Guerrero, en el artículo “La metodología en administración pública” aparecido en la Revista del Seminario (primera época, año 1, núm. 1, junio de 2011) (aquí), afirma que la fragmentación de esta disciplina en escuelas de pensamiento impidió la comunicación entre especialistas (p. 99):

Fue por medio de la metodología que la administración pública pudo superar una de sus grandes limitaciones epistemológicas del siglo XX, es decir, su fragmentación en “escuelas de pensamiento”. Estas […] más que puentes tendidos para estimular la comunicación en pro de la unificación de la disciplina, hicieron de su campo una especie de “poliarquía” en la cual cada escuela elevó su indómita bandera de autoridad académica. La metodología fue el principio del fin del dominio de las “escuelas de pensamiento” en la administración pública, desentrañando la estructura de su formación teórica y poniendo al descubierto sus errores de base.

Así, hay economistas que se quejan de falta de pluralismo científico, pero también politólogos y administradores públicos que advierten que la fragmentación en escuelas de pensamiento obstaculiza el avance de las ciencias sociales. 

En términos del pensamiento de Kuhn, un paradigma dominante (por ejemplo, la escuela neoclásica) cumple la función de desarrollar conceptos básicos y métodos compartidos que permiten a una comunidad científica comunicarse, ponerse de acuerdo y, en consecuencia, aumentar el conocimiento científico. El simple llamado al pluralismo sin tener una manera efectiva de acumular conocimiento implicaría un escaso desarrollo científico. 

lunes, 19 de julio de 2021

Libros que me han ayudado a pensar mejor

En este post comparto una serie de libros que, siendo optimista, me han ayudado a mejorar mi estructura de pensamiento, en particular mediante la lógica, el entendimiento de por qué a veces dejamos de pensar racionalmente y cómo podemos entender un mundo cada vez más complejo. Algunos libros tocan el tema de la retórica (entendido como el arte de la persuasión), pero esta selección no responde a buscar ganar debates, sino para formar un pensamiento crítico. La "buena" retórica esta presente en tanto que la salud de lo público requiere ciudadanos que sean pensadores capaces de formular mejores argumentos. 


Para empezar, recomiendo un buen libro de lógica básica: Lógica de Wesley C. Salmon. Las ventajas de este libro es que incluye casi todo el conocimiento básico de esta rama y algunas aplicaciones en la formación de argumentos. Así, es un material de consulta de los conceptos más importantes y proporciona las bases para incursionar en la amplia variedad de libros de texto de lógica más amplios o especializados. 


Las claves de la argumentación de Anthony Weston es un libro breve e introductorio de argumentación. No es un libro de texto, sino de reglas y recordatorios que apoyan la construcción de argumentos lógicos. Si el lector tiene una duda, entonces debe buscar la regla que necesita consultar. La diferencia con el libro de Salmon es que es menos riguroso, pero más aplicado. Este libro me ayuda a tener presente que el debate civilizado no debe limitarse a rebatir falacias, sino que requiere que ofrecer buenos argumentos.


El Compendio de lógica, argumentación y retórica, editado por Luis Vega Reñon y Paula Olmos Gómez integra las aportaciones de 59 especialista para la elaboración de 176 entradas como: algoritmo, analogía, dilema, figuras retóricas, teoría de modelos, etc., etc. No se trata de un libro básico, sino que es una obra de referencia para adquirir un conocimiento formal y profundo sobre lógica, argumentación y retórica. De mucha utilidad tanto si tienes dudas sobre algún concepto específicos como intereses académicos en estas disciplinas. 


Cómo plantear y resolver problemas de George Poyla es propiamente un libro de matemáticas, pero el nivel no es elevado y también ofrece explicaciones y ejemplos que pueden adaptarse a operaciones intelectuales para la solución de problemas de carácter más general. En otras palabras, provee herramientas para pensar de manera más ordenada. Si no tienes una formación matemática, te podrías sentir intimidado por el contenido. Mi invitación es darle una oportunidad enfocándote en las explicaciones y propuestas que hace el autor en cuanto a la solución de problemas. 

Eugenia Cheng, en El arte de la lógica (en un mundo ilógico), va más allá que proveer herramientas para pensar lógicamente, sino que proporciona consejos para establecer razonablemente nuestras creencias fundamentales o axiomas personales. Una aportación novedosa de Cheng es tomar en serio las emociones e incorporarlas dentro de un sistema en el que no se contradicen con la lógica, sino que son aspectos del pensamiento humano que van de la mano. También hay que reconocerle a la autora la transparencia para exponer sus axiomas personales y sus implicaciones lógicas. Esta apertura permite al lector evaluar las creencias de la autora, pero, más importante, que el mismo lector emprenda el camino necesario de poner a prueba sus propias creencias.


Albert O. Hirschman escribió Las retóricas de la intransigencia hace 30 años, en una época de contrarreformas conservadoras que él, un progresista, percibió como retrocesos. Propongo reinterpretar esta obra como un apoyo para reflexionar sobre los argumentos sobre discusiones políticas actuales, independientemente de nuestra postura ideológica. Hirschman identifica tres tesis reactivo-reaccionarias: a) de la perseverancia, b) de la futilidad y c) del riesgo. El autor también señala que estas tesis reaccionarios tienen contrapartes progresistas, por ejemplo: a) del predicamento desesperado, b) de la ley del movimiento y c) del apoyo mutuo. La lección es que ningún grupo ideológico tiene el monopolio de la intransigencia.


En Pensar rápido, pensar despacio, Daniel Kahneman, psicólogo que en 2002 ganó el Premio Nobel de Economía, sintetiza sus investigaciones sobre la forma de pensar de los seres humanos. De acuerdo con Kahneman, los individuos toman decisiones en entornos de incertidumbre, por lo que en lugar de emplear los principios básicos de la probabilidad recurren a atajos heurísticos que los pueden llevar a cometer errores sistemáticamente. En mi opinión, los lectores interesados en mejorar sus procesos de pensamiento pueden beneficiarse de los sesgos cognitivos identificados por el autor y en su explicación de cómo operan en la toma de decisiones. Se trata de identificar nuestros errores.

Scott E. Page, en The Model Thinker: What You Need to Know to Make Data Work for You, propone utilizar modelos matemáticos de las ciencias sociales para entender y afrontar los problemas sociales, pero no esperes ver un libro repleto de ecuaciones matemáticas. Esta obra tiene varias propuestas importantes. Primero, los modelos teóricos formales son las mejores herramientas para entender los problemas sociales. Segundo, dado su que son complejos, los problemas sociales actuales requieren ser analizados a través de varios ángulos, lo que es posible hacerlo mediante un perspectiva de "un problema, varios modelos" propia del análisis de sistemas complejos. Así, no se trata únicamente de ser lógicos o de entender las fuentes de nuestras pulsiones ilógicas, sino de contar con formas de convertir los datos en sabiduría.   

viernes, 16 de julio de 2021

Cita XX: Cass Sunstein sobre la polarización y la mediana


Cass R. Sunstein, en La Conformidad. El poder de las influencias sociales sobre nuestras decisiones, se ocupa, entre otras cosas, de las causas y consecuencias de la polarización, así como posibles soluciones cuando ésta se convierte en un problema. 

Un par de referencias a la mediana me llamaron la atención. Sunstein señala (p. 87):

"Sería razonable predecir que los veredictos de los jurados serían la mediana de los fallos de castigo de sus miembros, pero ello sería una predicción equivocadísima".

Y también (pp. 97 y 98):

"Si los partidarios más firmes son los únicos que se quedan, el miembro mediano del grupo será más extremo y la deliberación dará lugar a movimientos cada vez más extremos".

De acuerdo con Sunstein, los jurados no arrojan veredictos que reflejen las preferencias, digamos, del votante mediano, sino que el proceso de deliberación llevaría a un resultado polarizado que reflejaría mejor las preferencias u opiniones de los integrantes con ideas más firmes y extremas (en el caso que describe, la de personas que prefieren castigos más severos que a la indulgencia). Ello no implica que los integrantes con preferencias cercanas a la mediana no sean importantes, puesto que su salida del proceso de deliberación arrojaría que las personas que se queden llegarán a conclusiones todavía más extremas. Si la salida de la deliberación es generalizada, la tendencia al extremismo se acentuará.


miércoles, 6 de enero de 2021

Películas favoritas de 2020

 

1. Parásitos (Corea del Sur, 2019), de Bong Joon-ho.

2. Mank (Estados Unidos, 2020), de David Fincher.

3. Las tres muertes de Marisela Escobedo (México, 2020), de Carlos Pérez Osorio.

4. Ya no estoy aquí (México, 2019), de Fernando Frías.

5. Diamantes en bruto (Estados Unidos, 2019), Josh y Benny Safdie.

6. La tercera esposa (Vietnam, 2018), de Ash Mayfair.

7. 1917 (Reino Unido y Estados Unidos, 2019), de Sam Méndez.

8. El acusado y el espía (Francia e Italia, 2019), de Roman Polanski.

9. Mucho mucho amor: La leyenda de Walter Mercado (Estados Unidos, 2020), de Cristina Costantini.

10. Judy (Estados Unidos, 2019), de Rupert Goold.

Mis listas de 2011 a 20132014201520162017, 2018 y 2019.

Mi definición de "película del año t": película estrenada comercialmente en México en salas de cine o plataformas de Internet, o presentada en salas de cines en alguna muestra o foro, durante el año t.

Por la pandemia, 2020 fue un año en el que vi mucho menos películas. Una razón, por supuesto, fue que el encierro me impidió asistir a salas de cine desde marzo, lo que fue paliado por las películas que pude ver en plataforma e internet. Otra razón fue que las series más que las películas fueron el contenido visto en casa que consumí más. ¿Debería hacer una lista similar para series?