En los numerosos obituarios y notas
periodísticas que dan cuenta del fallecimiento de Gary Becker (1930-2014),
premio Nobel de Economía 1992, se enfatiza su incuestionable importancia para
extender la aplicación del análisis económico a temas que –al inicio de su
carrera– tradicionalmente no analizaban los economistas, como familia,
decisiones reproductivas, discriminación racial, criminalidad, adicciones, etc.
Además, se sugiere que Becker también influyó en otras ciencias sociales como
sociología, demografía, criminología y derecho.
¿Será cierto? ¿No se trata de la visión
sesgada de algunos economistas? Sin duda el trabajo de Becker ha inspirado a
numerosos economistas para que investiguen nuevos temas, pero no me parece obvia su
influencia para que especialistas de otras disciplinas –por ejemplo, sociólogos–
decidieran investigar sus temas tradicionales utilizando como base la microeconomía neoclásica. En otras
palabras: es cierto que los economistas continuarán citando a Becker, ¿pero harán
lo mismo lo sociólogos?
En el paper The Impact of Economics on Contemporary Sociology (JEP, 1994) (.pdf) los sociólogos
James N. Baron y Michael T. Hannan evalúan la influencia del análisis económico
y sus diversos exponentes en las investigaciones sociológicas publicadas en
inglés y, al parecer, exclusivamente en los Estados Unidos. Los autores
encuentran que de 1970 a 1980 el número de citas de sociólogos a economistas se
incrementó, mientras que de 1980 a 1992 se mantuvo prácticamente constante. De
acuerdo al conteo de citas, en 1980 Becker fue el segundo economista más citado
en los dos journals más importantes de Sociología, después de David Gordon y antes que Jacob Mincer, lo que fue
producto de un mayor interés de los sociólogos por la teoría económica del
capital humano, pero con énfasis en críticas neo-marxistas e
institucionalistas. Para 1990-1992 Becker fue el economista más citado por
arriba de Oliver Williamson y James Heckman con un aparente desplazamiento de
autores neo-marxistas.
En 1994 Baron y Hannan señalaron que, a
diferencia de los politólogos, los sociólogos no prestaban significativamente atención
a la Economía y, cuando lo hacían, fue debido a que los economistas estaban
trabajando en “problemas sustantivos de interés central para la Sociología”. Relativo
a la teoría del capital humano, que probablemente ya influía más que cualquier
otra rama de la Economía, los autores afirman que si bien los sociólogos ya habían
adoptado el lenguaje del capital humano ignoraban la estructura e implicaciones
de la teoría. Textualmente
afirman: Much of Becker’s theoretical insight was lost in translation.
Y 20 años después las cosas quizá no han
cambiado mucho. A principios de 2014, el sociólogo Philip N. Cohen notó que los
dos trabajos de economistas más citados por los sociólogos son de Heckman y
Becker. Pero Cohen no está muy impresionado y hace ver que las citas a A Treatise on the Family de Becker solo
tienen lugar en las revisiones de la literatura: “In the 10 most recent
citations to Treatise in top-three sociology journals,
the book is always mentioned only once”. Cohen presenta una
gráfica:
Se puede afirmar que Becker y otros
economistas son conocidos entre los sociólogos angloparlantes, pero no hay
evidencia de una influencia que sugiera algo cercano al imperialismo económico en
la Sociología. En todo caso, sin muchas pruebas, me atrevería a pensar en un escenario
en el cual citar economistas tienen sentido: sociólogos tratan de resistir la
influencia sobre su disciplina contrastando la visión “economicista” con otras
en las cuales se tomen en cuenta los “contextos sociales e históricos”. ¿Los
economistas no haríamos algo parecido?
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