domingo, 22 de octubre de 2023

Cuatro pistas para entender a Javier Milei

Javier Milei (n. 1970) es un economista argentino que obtuvo notoriedad como analista en programas de política en la televisión de su país. Milei, personaje televisivo, defendió el libre mercado con pasión, gritos e insultos. Impulsado por su fama televisiva, incursionó en 2021 en la política replicando un discurso que no conoce la moderación. Hasta ahora.

En las elecciones primarias del 13 de agosto pasado fue el candidato a presidente de Argentina más votado, lo que creo altas expectativas sobre sus posibilidades de ganar. El resultado de las elecciones de la segunda vuelta de hoy lo ubica ahora en segundo lugar en votos recibidos, detrás del candidato oficialista, lo que deberá moderar las expectativas de sus seguidores de cara a la tercera y definitiva vuelta electoral (ballotage o balotaje) del 19 de noviembre. El clima político en Argentina seguirá muy polarizado durante las próximas semanas. 

Escribí lo que sigue para entender a Javier Milei, a partir de rastrear los fundamentos económicos de su pensamiento. El resultado consiste en cuatro pistas para entenderlo. Creo que este texto puede servir a economistas que, como yo, no son de Argentina ni están familiarizados con su política.   

Economista de la escuela austriaca

Javier Milei es un economista de la Escuela Austriaca de Economía (EAE), una escuela heterodoxa de pensamiento económico opuesta a la teoría económica que se enseña en la mayoría de los libros de texto de Microeconomía o de Macroeconomía, o cuyas investigaciones se publican en la mayoría de las revistas académicas o journals (llámese: la corriente principal o el mainstream). En cuanto a la metodología, los economistas de la EAE prefieren exponen sus ideas mediante lógica verbal, con una tendencia a oponerse al uso de modelos matemáticos y técnicas estadísticas para formular y probar teorías económicas. Sus conclusiones suelen favorecer el libre mercado sobre intervenciones gubernamentales, de tal manera que tienden a oponerse a la planificación central y a muchas regulaciones. Incluso, un número importante de economistas de la EAE critican la existencia de los bancos centrales y, en cambio, pueden favorecer un sistema de banca libre o la privatización del dinero. Milei señala como sus principales referentes a Ludwig von Mises y Murray Rothbard sobre F.A. Hayek, lo que lo ubica en el ala de la EAE más crítica de la intervención del Estado en la economía.

Hay que tener presente que Milei se convirtió recientemente a la EAE. Todavía en 2012 publicó el artículo La Crisis Americana y una Interpretación Pigouviana en el Marco del "3-Equation Model" del Nuevo Consenso Macroeconómico (aquí), en la que argumentó que la oportuna coordinación de las políticas monetaria y fiscal en Estados Unidos salvaron al mundo occidental de una nueva Gran Depresión en 2008. Milei escribió en este artículo de 2012:

Si Usted se cruza por la calle con un americano y, en una cordial conversación, intentara explicarle que Barack Obama es el mejor Presidente de la historia de los Estados Unidos y que Ben Bernanke es digno de ser galardonado con el Premio Nobel de Economía, puede que no vaya a pasar un grato momento (ni le cuento si la persona en cuestión estuviese alineada con las ideas del Tea Party).

A principios de la década de 1990, Milei era un economista “post keynesiano con algo de estructuralista”, luego uno neoclásico y en 2013 se convirtió a la EAE después de leer Monopolio y competencia (pdf, 1962) de Rothbard. Se convencería de que había “engañado” a sus antiguos estudiantes de Microeconomía luego de concluir que el modelo de competencia perfecta era absurdo y que los monopolios son positivos cuando no son producto del poder coercitivo del Estado. Leería numerosos libros de economistas de la EAE y se volvería profundamente crítico, al grado del insulto, de la obra de John Maynard Keynes y del papel pernicioso de los bancos centrales.

Ser un economista austriaco no le impide sentir simpatía y admiración hacia algunos economistas que no lo sean, siempre y cuando estén próximos a sus afinidades liberales. Uno de sus perros se llama Murray (Rothbard), en honor a su principal referente intelectual, pero los otros se llaman Milton (Friedman), Robert y Lucas. Dentro de su equipo económico de campaña se encuentran economistas que se identifican con la llamada “escuela de Chicago”. 

Liberal-libertario

Quienes tengan alguna referencia de la EAE no les debería sorprender que Milei se identifique como “liberal” o “liberal-libertario”. Mises y Hayek no se consideron únicamente economistas, sino herederos de la tradición del liberalismo clásico proveniente de Adam Smith, a la cual hicieron aportaciones no solo de teoría económica, sino también con obras filosóficas y de divulgación. Cercano a este espíritu, Milei adoptó una definición concreta de liberalismo:

El liberalismo es el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo, basado en el principio de no agresión y en defensa del derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad […]

Sigue:

[…] cuyas instituciones son la propiedad privada, los mercados libres de intervención estatal, la libre competencia entendida como libre entrada y salida, la división del trabajo y la cooperación social […].

Milei tomó y, aparentemente, amplió y adaptó esta definición de Alberto Benegas Lynch (h) −la (h) se lee "hijo"−, a quién considera el “máximo prócer de las ideas de la libertad”. Benegas Lynch (h), doctor en Economía por la Universidad Católica Argentina y doctor en Ciencias de Dirección por la Universidad Argentina de la Empresa, es un académico, empresario educativo, autor de libros y conocido divulgador de ideas liberales y de la EAE en Argentina y otros países de América Latina. Su padre, del mismo nombre, llevó a Argentina a Mises y Hayek, y su hijo, también del mismo nombre y a quien llaman “Bertie”, es candidato a diputado en la provincia de Buenos Aires. La elección de Benegas Lynch (h) como referente es importante: refuerza el lugar central de lo económico en el pensamiento de Milei y lo vincula a una tradición liberal de larga presencia en Argentina y que está participando en su proyecto político.

A continuación, una conferencia de Benegas Lynch (h) en la que define liberalismo al inicio y el discurso de Milei cuando ganó las primarias y pronunció su definición de liberalismo al final: 

En cuanto a que Milei también se describe como libertario, en Estados Unidos los libertarios (libertarians) se denominan así para distinguirse de los liberales (liberals) que actualmente en ese país se identifican con el Partido Demócrata y con la izquierda. Es curioso que los libertarios estadunidenses, al quedarse sin la etiqueta de liberales, tomaron su nueva denominación de los anarquistas socialistas. El término libertario está ganando aceptación en America Latina, aunque Benegas Lynch (h) prefiere usar la palabra liberal porque considera que en esta región su significado original no se ha alterado. Aunque otros podrían argumentar que hay importantes diferencias entre el liberalismo clásico y en liberalismo en su versión libertaria, creo que lo importante para lo que nos ocupa es que Milei, al describirse como "liberal-libertario" enfatiza su adscripción ideológica y lo identifica tanto con lo tradicional como con lo nuevo. Esto en cuanto a lo que puedo descifrar del contexto argentino. 

Anarcocapitalista

Murray Rothbard (1926-1995)

Milei inició un viaje de ida que no terminó hasta convertirse al “anarcocapitalismo”. Término acuñado por Rothbard, el anarcocapitalismo es una filosofía política y una teoría económica que propone abolir el Estado en favor de una sociedad con sistemas de propiedad privada que son hechos cumplir por agencias privadas o empresas aseguradoras seleccionadas por los consumidores. En esta visión, debe privatizarse cualquier servicio que el Estado provea, como la educación, la infraestructura, la impartición de justicia o la defensa nacional. Puesto que los anarcocapitalistas apoyan la propiedad privada y empoderar a instituciones privadas, hay corrientes anarquistas que no los consideran anarquistas de verdad. 

Es notorio que un anarcocapitalista tenga posibilidades de gobernar un país, lo que sería más o menos equivalente a que un anarcosindicalista sea el CEO de alguna gran empresa transnacional. En caso de llegar a la presidencia, ¿Milei intentará abolir el Estado argentino? No lo creo. Él ha expresado que es “anarcocapitalista de largo plazo y minarquista de corto”  o “anarcocapitalista en lo filosófico y minarquista en la vida real”. A diferencia del anarcocapitalismo, el minarquismo reconoce que el gobierno debería existir, pero su tamaño, papel e influencia en la sociedad deberían reducirse al mínimo, por lo que probablemente intentará achicar al sector público argentino hasta donde le sea posible. Para ello, aprovechará que la estabilidad macroeconómica de su país requiere eliminar o reducir drásticamente el déficit público.

Paleolibertario

Milei ha sido calificado como ultraderechista, populista de extrema derecha e, incluso, fascista o nazi, asi como una amplia variedad de etiquetas que surjan de combinar palabras e incorporar prefijos. A riesgo de aumentar la confusión, para entender mejor a Milei deberíamos agregar a nuestro vocabulario el término “paleolibertarianismo”, acuñado por el teórico anarcocapitalista estadounidense Lew Rockwell y en cuyo desarrollo participó activamente el multicitado Rothbard.

¿Qué es el paleolibertarianismo? Una estrategia política que articula ideas libertarias opuestas al intervencionismo estatal con ideas conservadoras, a fin de diseñar y diseminar mensajes electorales atractivos para ciertos grupos de votantes. Esta propuesta surgió en Estados Unidos a finales de la Guerra Fría en 1989, cuando el Partido Libertario de ese país, en el que participaban Rothbard y Rockwell, nunca había logrado el 1 % de los votos.

Rockwell tomó al prefijo “paleo” para referirse a las raíces culturales estadunidenses −representadas por la autoridad social de la familia, la Iglesia o la comunidad− que debían recuperarse para ayudar a proteger al individuo frente al Estado y lograr una sociedad libre y virtuosa (aquí). Luego de aliarse con la New Left con base en un acuerdo táctico en libertades individuales y un anti-intervencionismo militar contrario a la Guerra de Vietnam, Rothbard daría un giro radical y propondría una alianza táctica con la Old Right reaccionaria al New Deal e, incluso, con grupos supremacistas blancos. En su panfleto de 1992, Populismo de derecha: Una estrategia para el movimiento paleo (aquí), presentaría la estrategia del paleolibertarianismo:

De ahí la importancia, para libertarios o para conservadores de gobierno mínimo, de añadir acciones ofensivas a su arsenal. No consiste simplemente en la difusión de las ideas correctas, sino también en la exposición de la corrupción de las élites gobernantes y de cómo se benefician del sistema existente; más específicamente, cómo nos están estafando: quitar la máscara a las élites dominantes es “campaña negativa” en su más fina y fundamental expresión.

Esta doble estrategia consiste en (a) formar un cuerpo propio de libertarios y partidarios del gobierno mínimo creadores de opinión con las ideas correctas, y (b) pulsar a las masas directamente y cortocircuitar a los medios de comunicación dominantes y élites intelectuales, para despertar a las masas populares contra las élites que les están saqueando, confundiendo y oprimiendo, tanto social como económicamente. Sin embargo, esta estrategia debe fusionar lo abstracto y lo concreto; no debe limitarse a atacar a las élites en abstracto, sino que debe centrarse específicamente en el sistema estatal existente, en los que ahora constituyen las clases dominantes.

[…] para ser relevante políticamente, debemos concentrarnos estratégicamente en aquellos grupos que están más oprimidos y que también tienen la mayor influencia social.

La realidad del sistema actual es que constituye una alianza profana de “liberales corporativos” de las grandes empresas y la élite de los medios de comunicación, quienes, gracias a un gobierno grande, ha privilegiado y formado una subclase parasitaria, que, entre todos, están saqueando y oprimiendo a la mayor parte de las clases medias y trabajadoras de Estados Unidos. Por lo tanto, la estrategia adecuada de los defensores de las libertades y paleos es una estrategia de “populismo de derecha”, es decir, exponer y denunciar esta alianza profana y hacer un llamamiento para que esta alianza pija-parasitaria-progre mediática nos deje en paz al resto: la clase media y trabajadora.

El paleolibertarianismo no tuvo mayor éxito electoral en Estados Unidos y, años después, Rockwell lamentó que sus antiguos aliados conservadores manifestaran sus más rasgos proteccionistas, militaristas y nacionalistas. No obstante, Rothbard definiría un programa con elementos que en Argentina, país asediado por la inflación y una mayor inseguridad, gozarían de actualidad: baja drástica de impuestos, desmantelamiento del Estado de Bienestar, “mano dura” al crimen, eliminación de privilegios a políticos y grupos minoritarios, abolición del banco central, etc. 

Entender que paleolibertarianismo es una estrategia ayuda a comprender que Milei −un economista austriaco, liberal-libertario y anarcocapitalista− "tiene permiso" para aliarse con actores con quienes no comparte todas sus ideas, pero que pueden contribuir al crecimiento de su proyecto político y a lograr lo fundamental. La candidata a vicepresidenta de Argentina en la fórmula de Milei, Victoria Villarruel, cuando se le preguntó si se consideraba libertaria, respondió: “En algunas cosas me siento libertaria, por supuesto, pero lo que más me siento es argentina”. Hija de un militar, Villarruel apoya aumentar el presupuesto del ejército y es abiertamente nacionalista, cosas que difícilmente pueden atribuirse a Milei y que se oponen directamente al ideario de Rothbard. 

Estamos ante un relanzamiento del paleolibertarianismo con características pamperas. Pero no hay que olvidar que, al final de cuentas, se trata de una alianza política entre liberales-libertarios y nacionalistas-militaristas que se anticipa inestable, por lo que no necesariamente será eterna o, en caso de lograr éxito, se cimentará permanentemente en las ideas fundamentales de Milei.

Javier Milei y Victoria Villarruel

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