El primero de marzo de 1990, Rodolfo de
Lo que a mí me gusta es la economía oportunista. Robe lo mejor de Robert Barro; robe lo mejor de [Dudley] Seers o de Anibal Pinto, o de Raúl Prebisch o de quién sea su estructuralista favorito y llegará más lejos. Es como los japoneses en la manufactura. Toman lo mejor de todo el mundo. Eso es lo que debemos hacer en economía. No debemos ser ideológicos respecto al tipo de economía que usamos. Usemos lo mejor. Usemos un enfoque razonable. Tiene que ser verdad que hay algo de sentido en el cuerpo de ideas que la gente inteligente usa. Es imposible que la gente inteligente sólo use ideas locas. Algo de ello tiene que ser interesante.
Posteriormente afirma:
En ese sentido el enfoque económico en los Estados Unidos es sano porque es muy oportunista. Toma lo mejor de cada uno y no se queda atrapado discutiendo preguntas como ¿es keynesiano o no? Yo no sé si soy keynesiano. Despende del contexto (risa), esa es la pregunta.
Dornbusch también opina sobre la escuela de Chicago, el estructuralismo, el poskeynesianismo y el populismo económico; así como de algunos líderes de la época – recordemos que la entrevista se realizó en 1990 – como Carlos Salinas de Gortari, Mario Vargas Llosa o Andrés García. Por ejemplo, sobre Salinas dijo:
Yo creo que el presidente de México, Carlos Salinas, es estructuralista pero no se puede permitir decirlo.
Confieso que me sorprende que el co-autor de mi primer libro de macroeconomía y de la Macroeconomía de una economía abierta tuviera tanto interés en la economía estructuralista.