Rachel Glennerster, coautora de Running Randomized
Evaluations (aquí la página web), reflexiona sobre las diferencias dehabilidades y características que tienen que tener los economistas que trabajan
en el gobierno (específicamente proponiendo políticas) y de la academia
(lamentablemente no tiene impresiones del sector privado y financiero). En el siguiente
cuadro se resumen sus ideas:
Glennerster, que pasó del sector público a la academia, considera
que ambos ámbitos son igualmente estimulantes intelectualmente, pero para
alcanzar el éxito se deben tomar en cuenta ciertos rasgos de la personalidad.
Por ejemplo, la academia es una actividad solitaria, requiere más paciencia, especializarse y orientarse al perfeccionismo. Por su parte, en el gobierno se
requiere trabajar en equipo, buscar resultados rápidos, tener conocimientos
diversificados y enfocarse a hacer el trabajo con los recursos disponibles.
Aunque su objetivo es orientar a estudiantes de doctorado, creo que las impresiones de la autora también son muy útiles
para estudiantes o economistas recién egresados y están pensando en su propia trayectoria.
Muchas veces se inician estudios de maestría o doctorado con expectativas equivocadas
de lo que se requiere para obtener resultados académicos satisfactorios y la carrera profesional que sigue, lo que puede
generar frustración dados los costos que se deben asumir en tiempo, esfuerzo y - en ocasiones - dinero.